Consejos para establecer un código de vestimenta en tu empresa.
Hace unos meses, abrimos un melón importante para muchas empresas: ¿es mejor optar por un uniforme corporativo laboral o establecer un código de vestimenta para los trabajadores? En el post en cuestión en el que abordamos este asunto, analizamos los pros y los contras de cada alternativa, llegando a la conclusión de que no hay una opción mejor que otra, sino que siempre depende del tipo de compañía y de la naturaleza de su actividad empresarial.
Pues bien, si en tu caso has optado por establecer un código de vestimenta en tu empresa, puede que ahora te estés planteando cuál es la mejor forma de implantarlo. Pues es evidente que el primer paso es contar con mis servicios como consultora de imagen para empresas. Pero además, también puedes leer estos consejos que te cuento a continuación.
Cómo establecer el código de vestimenta adecuado en tu empresa.
Como ya analizamos en su día, imponer un dress code a tus trabajadores puede ser una buena opción para que cada uno mantenga su individualidad y personalidad expresada a través de la ropa, pero siempre dentro de un marco adecuado y acorde a la imagen que quiere transmitir la empresa. De esta forma, aunque cada trabajador tenga su estilo, este siempre estará alineado e irá en consonancia con la imagen de marca de la compañía.
¿Y cómo establecer las bases de ese código de vestimenta para que todos lo acepten y les parezca adecuado? Pues ahí van estos consejos:
1.- Adáptalo a la cultura empresarial de forma flexible:
Es evidente que el código de vestimenta debe ir en sintonía con los valores y los principios de la compañía y reflejar si se trata de una compañía más conservadora y seria o una más joven y dinámica. Eso sí, procura no encorsetar demasiado a los empleados con un tipo de ropa en el que no se sientan del todo cómodos ni vean reflejada su personalidad.
2.- Redacta un documento claro y conciso:
El código de vestimenta se plasma en un documento en el que se detallan unas pautas de vestimenta que deben ser muy claras y sencillas. Si la empresa no quiere que sus trabajadores utilicen jeans o pantalones vaqueros debe reflejarlo claramente y de forma literal para que no haya dudas ni malas interpretaciones del dress code. Mi consejo es que lo ilustres con imágenes para que, sin que sean tomadas al pie de la letra, sirvan de referencia.
3.- No pierdas de vista la comodidad:
Es importante, como decíamos antes, que sea flexible a la hora de imponer un código de vestimenta, sobre todo pensando en la comodidad de los empleados y empleadas. No se trata de imponer prendas incómodas que, más allá de que les gusten, les dificulten en su día a día, ya que eso repercutirá en su bienestar, en el clima laboral y en la productividad.
4.- Escucha a tu equipo de trabajo:
Al fin y al cabo son los que están ahí trabajando cada día y pueden decirte qué les gustaría llevar y cómo estarían más a gusto. Escucharlos es la mejor forma de adaptar la imagen que quieres proyectar de la empresa a través del código de vestimenta a su bienestar.
En resumen, establece un código de vestimenta empresarial que no sea ni complicado ni aburrido. Que sea flexible, conciso y piense en los trabajadores son las claves para acertar y que sea recibido con buena acogida por parte de tu equipo. Así lo seguirán sin problema y se vestirán pensando en la forma de reflejar la cultura de la empresa. Recuerda que mi trabajo en Verónica Gálvez Consultora de Imagen está especializado en ello y puede ayudarte.